El Hospital Clínico organiza una Aula Respira para facilitar el seguimiento del tratamiento de la apnea del sueño
Con el título “Apnea, ronco y tengo sueño. Adherencia al tratamiento con CPAP", se celebra hoy en el salón de actos a las 19.00 horas
La sesión tiene un carácter práctico y en ella se explica cómo afecta esta patología a la vida diaria de los pacientes
Con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes que padecen apnea del sueño y de favorecer el seguimiento de sus tratamientos, el Servicio de Neumología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza y la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) organizan hoy, a partir de las 19.00 horas en el salón de actos del centro, un Aula Respira, coincidiendo con el día nacional de esta patología. La jornada, que llevarán los doctores Laura Anoro y Joaquín Costán, está enfocada especialmente a los pacientes, para ayudarles a comprender mejor la enfermedad que sufren y mejorar el cumplimiento del tratamiento con el dispositivo de presión positiva constante de las vías respiratorias (CPAP). La sesión tendrá lugar en 8 hospitales de toda España con la participación de alrededor de 350 pacientes. El Síndrome de Apnea de Sueño, también conocido como SAHS, es un trastorno que se caracteriza por la obstrucción de las vías respiratorias durante el sueño y provoca paradas respiratorias, que duran desde unos pocos segundos a varios minutos. La respiración recupera la normalidad con un ronquido fuerte o con un sonido gutural. De ahí que sea una enfermedad en la que la pareja tiene un papel relevante en su detección. Para considerar el uso de CPAP las paradas deben repetirse al menos 30 veces durante la noche, aunque en ocasiones hay que individualizar el tratamiento. La alteración de la estructura del sueño debido a la apnea provoca en los pacientes un descanso inefectivo que afecta su calidad de vida. Por un lado, la falta de descanso provoca somnolencia diurna, fatiga, irritabilidad en el paciente que trastorna su vida social y puede ser causa de accidentes laborales, domésticos o de tráfico. Por otro lado, las pausas respiratorias o apneas conllevan una bajada de los niveles de oxígeno en sangre y en otros órganos denominadas hipoxias, que pueden desembocar en enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, la trombosis cerebral, la angina de pecho o el infarto de miocardio. En España existen entre alrededor de dos millones de personas con SAHS, aunque existe un elevado infradiagnóstico de casi el 80% de casos. Esto que obliga a los expertos y a los médicos de atención primaria a estar atentos a los factores de riesgo, como el sobrepeso, ser roncador y mayor de 65 años. “Sin embargo la apnea del sueño tiene un tratamiento que si bien no es curativo si es muy eficaz para mejorar la calidad del sueño del paciente, evitar enfermedades asociadas y sobre todo permitir al paciente recuperar su calidad de vida”, explica la doctora Anoro, neumóloga del Hospital Clínico. “La aplicación de presión continua en la vía respiratoria a través de una mascarilla durante las horas de sueño, lo que conocemos como CPAP, es el tratamiento elegido para la mayoría de pacientes con SAHS”, asegura. No obstante, siendo eficaz, seguro, sencillo y válido para entre el 70 y el 80% de los afectados, el tratamiento con CPAP, incorpora un “elemento extraño” en una actividad cotidiana como es dormir. La adaptación a los dispositivos, al flujo de aire y a las mascarillas del paciente desde el inicio del tratamiento es fundamental. Si esto no se produce, el uso del CPAP puede generar molestias que terminan por reducir la adherencia o incluso por abandonar el tratamiento. De este modo, este Aula Respira titulada Apnea, ronco y tengo sueño. Adherencia al tratamiento con CPAP, tiene un carácter eminentemente práctico y a través de videos testimoniales trata de explicar mejor tanto a los pacientes como a sus cuidadores cómo afecta esta enfermedad a su vida cotidiana y cómo el tratamiento con CPAP mejora rápidamente sus síntomas. “La adherencia al tratamiento es clave para su eficacia. Por eso ajustar adecuadamente la presión y la humedad del aire durante la noche y proporcionar una mascarilla que permita un descanso cómodo, son claves para su aceptación”. explica Costán.