Una investigación del Hospital Miguel Servet de Zaragoza confirma que el flujo sanguíneo ocular predice el riesgo de sufrir glaucoma
Una investigación desarrollada durante cuatro años en 262 pacientes confirma científicamente el valor predictivo del flujo sanguíneo ocular en esta enfermedad que daña el nervio óptico
La investigadora Pilar Calvo Pérez recibe el Premio Final de Residencia Miguel Servet 2012 por este estudio
Una investigación realizada en el servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Miguel Servet, con la colaboración del servicio de Radiología, ha posibilitado el seguimiento de 262 pacientes durante cuatro años sometiéndoles a estudios del flujo sanguíneo ocular. Todos los enfermos incluidos en este grupo eran sospechosos de padecer glaucoma, pero a lo largo de ese periodo en unos sujetos sí que se desarrolló la enfermedad y en otros no. El seguimiento clínico ha permitido comparar datos de ambos grupos para, finalmente, confirmar la relación entre valores anormales del flujo sanguíneo en el ojo y la evolución de la patología.
La investigadora Calvo se refiere a la importancia de ir por delante en esta enfermedad, en el glaucoma.
La investigadora Pilar Calvo explica el estudio realizado en el servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Miguel Servet
Pilar Calvo relata los puntos importantes del estudio
La prueba es una ecografía ocular que se denomina eco-doppler. Se trata de un sistema no invasivo basado en ultrasonidos que mide cuánta sangre circula por la arteria oftálmica, entre otros vasos, y cómo lo hace, es decir, a qué velocidad circula, con qué resistencia… El servicio de Oftalmología seleccionó un grupo de pacientes que tenían campo visual normal, aumento de la presión intraocular y morfología glaucomatosa del nervio óptico en un control rutinario. A todos ellos se les sometió a controles de análisis del nervio óptico con HRT3 (un láser-cámara de alta resolución que, en segundos, escanea el nervio óptico) y a revisiones realizadas con el eco doppler. “En el grupo de enfermos que finalmente desarrolló glaucoma, la sangre circulaba a menor velocidad y con mayor resistencia”, explica la doctora Calvo, quien concluye que “valores anormales del flujo sanguíneo ocular medidos mediante eco doppler pueden suponer un factor de riesgo para el glaucoma”.
El jefe de servicio de Oftalmología del HUMS, Luis Pablo, destaca que esta investigación ha aportado “constancia científica” a una de las diversas pruebas que ayudan a determinar el riesgo individualizado de cada persona en relación con el glaucoma. Añade que conocer los valores de riesgo se convierte también en un instrumento útil de gestión a la hora de planificar las revisiones de todos estos pacientes, ya que se pueden establecer controles más frecuentes en aquellos que presenten las cifras que, según este estudio, indican un factor de riesgo para esta enfermedad.
La investigación dirigida por el Servicio de Oftalmología ha sido posible gracias a la colaboracion de los doctores Pilar Seral, Raquel Larrosa, Fátima Jiménez, Ara Alconchel y José María Artigas, del servicio de Radiología, y al seguimiento llevado a cabo en la sección de Diagnóstico Precoz de Glaucuma.
El 5 % de la población mayor de 65 años padece glaucoma, una enfermedad que daña paulatinamente el nervio óptico y que puede causar la pérdida de visión. El daño es irreversible. Un diagnóstico precoz del mal posibilita poner en marcha cuanto antes tratamientos que ralenticen su evolución. Por ello, los médicos subrayan la importancia de disponer de parámetros que permitan detectar a los pacientes incluso antes de que desarrollen la enfermedad.