Una médico del Servet, premio a la mejor comunicación en el Congreso de Enfermedades Cardiovasculares
El estudio galardonado aboga por establecer mayor eficacia en la comprobación del resultado del tratamiento de las arritmias
La doctora se especializó en Milán en este campo y ahora trabaja en la Unidad de Arritmias del Servet
La cardióloga zaragozana Teresa Olóriz Sanjuán, del Hospital Universitario Miguel Servet (HUMS), ha sido distinguida con el premio a la Mejor Comunicación en el Congreso de Enfermedades Cardiovasculares que se está celebrando en Zaragoza. Entre los cientos de comunicaciones presentadas en esta cita ha sido merecedor del Premio el trabajo desarrollado por. Olóriz sobre tratamientos con ablación de arritmias cardiacas.
La doctora Ortiz agradece el galardón.
La cardióloga explica el estudio sobre tratamientos con ablación de arritmias cardiacas.
La arritmia es una contracción irregular del corazón. Dentro de los diferentes tipos de arritmias, existe la denominada taquicardia ventricular, que conlleva riesgo de muerte súbita y cuyo tratamiento principal es el implante de un desfibrilador, un dispositivo que emite una descarga eléctrica que consigue restablecer el ritmo cardiaco del paciente. “El desfibrilador actúa cuando se produce la arritmia y la corta pero no la previene y a veces es necesario aplicar un tratamiento complementario que es la ablación”, explica la cardióloga.
La ablación supone realizar una serie de quemaduras contiguas con un catéter hasta aislar eléctricamente las áreas donde se originan los impulsos que causan esa arritmia. Una vez realizada la ablación, es habitual en todos los centros sanitarios comprobar si la neutralización de esos circuitos ha sido eficaz y no se puede producir de nuevo la arritmia tratada. Es lo que los médicos llaman un test de provocación y precisamente ha sido sobre estos test el tema de estudio de la comunicación galardonada.
En diferido
Olóriz se especializó en el tratamiento de las arritmias cardiacas en Milán entre 2011 y 2014 y allí comprobó que si el test de provocación se hace de forma inmediata al tratamiento de la ablación, como habitualmente, “no aporta toda la información del proceso”. “Debemos hacer ese test en diferido, dejando pasar algún día tras el procedimiento porque creemos que efectos de la sedación o anestesia pueden enmascarar el resultado e incluso las propias lesiones realizadas en la ablación pueden modificarse o establecerse de forma más definitiva en las horas posteriores, siendo el test más certero si se realiza dos o tres días después, con resultados que ofrecen mayor garantía de que la arritmia no se presentara de nuevo”, dice la cardióloga.
La especialista corrobora en su estudio que si la prueba de comprobación se realiza tres días después a la ablación, en 1 de cada 4 pacientes la arritmia es provocable de nuevo. “Esto implica que tenemos que modificar los tiempos de comprobación”, concluye. “Los resultados no solo nos dicen si hay que repetir la ablación o no, sino también nos aporta información útil para establecer los ajustes del desfibrilador o las pautas de medicación que debe seguir el paciente”, apunta.
La doctora Olóriz es actualmente miembro de la Unidad de Arritmias del servicio de Cardiología del HUMS.