Tecnología e Innovación
Mejorar la dieta en algo tan sencillo como el pan puede conllevar importantes beneficios para nuestra salud
Una investigación de Biomed-Aragón del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud prueba en ratones que el pan de baja calidad, que acelera la fermentación con impulsores industriales, produce una inflamación de la flora intestinal
Este estudio, que comienza ahora su segunda fase en humanos, demuestra que el pan de calidad de larga fermentación mejora la digestión y disminuye el riesgo de sufrir intolerancias y otras enfermedades como obesidad y diabetes
Mejorar la dieta en algo tan sencillo como el pan de cada día puede conllevar importantes beneficios para nuestra salud. Una investigación realizada en el marco de la biorregión Biomed-Aragón del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) demuestra que la calidad del pan influye en el comportamiento del intestino de los ratones. Así, si el pan es de baja calidad, elaborado con impulsores industriales, el microbioma del intestino del ratón se modifica y provoca una inflamación sistémica que, a la larga, puede tener consecuencias negativas para su salud. En cambio, cuando se alimenta al ratón con pan de calidad o de larga fermentación, no se contempla esta inflamación en el intestino. Si, además, el pan es integral, se observa una buena respuesta sobre la flora intestinal.
Estas son las conclusiones de la primera fase del estudio Efecto de la alimentación con el pan de larga fermentación sobre el microbioma intestinal y la inflamación sistémica que ha llevado a cabo Biomed-Aragón en el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, centro adscrito a la consejería de Salud del Gobierno de Aragón. Antonio Rezusta, jefe de servicio de Sección Microbiología del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza es el investigador principal de este estudio que cuenta también con la participación del investigador de Biomed en el IACS, Pedro Marijuan; el presidente en España del Club Richemont, Jorge Pastor; la investigadora del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Rosa del Campo; y el investigador ARAID de la Universidad de Zaragoza integrado en el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, Julián Pardo.
Son numerosos los estudios que se vienen realizando hasta la fecha centrados en los efectos de la alimentación sobre el microbioma. Pero es la primera vez que se estudia el comportamiento del microbioma intestinal en su relación con el pan. Así, en esta investigación, que ha concluido su primera fase en ratones, se ha analizado la contribución del pan según sus métodos de fermentación en el mantenimiento y mejora del microbioma. En una segunda fase, que comienza ahora, se realizarán las pruebas en humanos con el fin de conocer esta contribución en general en la población y, también, en colectivos especialmente sensibles como los niños y los mayores.
El microbioma intestinal
El microbioma intestinal es el conjunto de microbios, virus, hongos y levaduras que existe en el intestino. Nos ayuda a digerir los alimentos. Si la alimentación es adecuada podremos mantener un microbioma sano. Pero si la alimentación no es la adecuada se genera una inflamación que produce a la larga ciertas reacciones en el sistema inmune que pueden generar intolerancia a la lactosa, al gluten y a otros muchos alimentos. Esta situación afecta también a nuestro comportamiento elevando los niveles de cansancio y fatiga y, además, pueden favorecer, a largo plazo otras enfermedades como la obesidad, la diabetes, el colon irritable o la enfermedad de Crohn. Es decir, buena parte de nuestra salud depende de tener un microbioma no inflamatorio.
En concreto, en las investigaciones realizadas en Biomed se ha demostrado que el pan elaborado a través de procesos industriales para reducir los tiempos de elaboración mediante uso de impulsores que acortan los procesos de fermentación provoca inflamación intestinal en el ratón. Por el contrario si el pan es de calidad, es decir, de larga fermentación o de fermentación bacteriana (el conocido como de masa madre o de panadero) mejora la digestión y disminuye el riesgo de sufrir intolerancias y otras enfermedades. Además, cuando el ratón consume buen pan no experimenta inflamación alguna en su flora intestinal.