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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Oftalmólogos del Servet enseñan a colegas estadounidenses técnicas de cirugía de glaucoma micro invasiva

El curso “Train the trainers” permite formar a cirujanos americanos para que luego estos, a su vez, instruyan en su país a los especialistas

Cinco especialistas americanos están aprendiendo en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza (HUMS) técnicas de cirugía de glaucoma micro invasiva para luego poder formar a oftalmólogos estadounidenses. El Servet, con una quincena de años de experiencia en intervenciones de micro implantes para cirugía de glaucoma, se ha convertido en centro de referencia para este programa de formación para formadores Train the trainers.

El jefe de servicio de Oftalmología del Servet, Luis Pablo, explica el origen del curso.

Pablo detalla el contenido del curso.

El jefe de servicio de Oftalmología del Servet detalla las técnicas que se abordan.

Las sesiones empezaron ayer con revisiones teóricas y la realización de prácticas en modelos de ojo artificial. Hoy y mañana el curso continúa en la Unidad de Cirugía sin Ingreso del HUMS, con sesiones quirúrgicas en pacientes. El programa se repite en enero para otros cinco “formadores” americanos.

La técnica

La cirugía de glaucoma micro invasiva consiste básicamente en colocar unos micro implantes que permitan aumentar el flujo de salida de humor acuoso (líquido que se halla en el globo del ojo delante del cristalino.) Esa salida facilita que descienda la presión intraocular. “Se trata de una cirugía poco invasiva para el enfermo, que tiene pocas complicaciones pero le beneficia enormemente”, explica Luis Pablo Júlvez, jefe de servicio de Oftalmología del Servet. “Tenemos amplia experiencia en el tratamiento y la investigación de esta enfermedad y vamos a dar formación sobre una de las técnicas de intervención más especiales y novedosas, fundamentalmente indicada para pacientes de glaucoma en estados iniciales y medio”, añade.

El glaucoma es una enfermedad que afecta al nervio óptico y que principalmente está condicionada por una elevada presión intraocular. Se trata de una patología que no produce síntomas en las primeras fases de su evolución pero genera daños irreversibles, por lo que es aconsejable someterse a revisiones a partir de los 45-50 años si se presentan determinados factores de riesgo (antecedentes familiares de primer grado, miopía, diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares…) El diagnóstico precoz permite un mejor abordaje de la patología.