Oliván: “La evaluación de las medidas sanitarias en Aragón se realizarán cada año, con evaluaciones parciales cada seis meses”
“Desde la perspectiva actual, se comienzan a vislumbrar los aciertos y errores de la descentralización de la sanidad”. Con esta afirmación, el consejero de Sanidad Bienestar Social y Familia, Ricardo Oliván, ha iniciado su intervención en las XI Jornadas de Gestión y Evaluación de Costes Sanitarios, celebradas en Valladolid. Así, Oliván ha destacado que esta descentralización de la asistencia sanitaria en nuestro país es considerada de forma mayoritaria como un proceso positivo para la ciudadanía, pues permite tanto una mayor eficacia en la gestión de los recursos, como el acercamiento de la misma al usuario, conociéndose mejor las carencias y necesidades en materia de salud, analizándose las actuaciones y resultados obtenidos, y permitiendo una mejor planificación de objetivos. “No todo es positivo , ha afirmado Oliván, en un fenómeno tan complejo como la descentralización del Estado, ya que se han observado efectos negativos como puede ser un gasto más elevado, desigualdades entre unos sistemas autonómicos de salud y otros (que afectarían tanto a usuarios como a trabajadores), desigualdades de acceso a la atención sanitaria entre comunidades, pérdida de información y de coordinación y falta, en definitiva, de la cohesión necesaria para un óptimo funcionamiento del Sistema Nacional de Salud”.
El consejero Ricardo Oliván se refiere en las XI Jornadas de Gestión y Evaluación de Costes Sanitarios a las medidas implantadas para mejorar la gestión del sistema sanitario aragonés
Ricardo Oliván se refiere en Valladolid a las cuestiones que hay que mejorar en la descentralización del sistema sanitario autonómico
En esta línea, el consejero ha puntualizado que la cohesión debemos buscarla por otras vías con un sistema enfocado a la búsqueda de la atención sanitaria homogénea. “Una coherente política de gestión de los gobiernos autonómicos, una financiación de la Sanidad de carácter finalista, la aprobación de un Plan Integrado de Salud y de una carrera profesional homogénea; junto a una mayor cooperación entre las diferentes comunidades autónomas con la Administración central como lideradora del proceso, con una capacidad de toma de decisiones de carácter vinculante por parte del Consejo Interterritorial del SNS, son las líneas de actuación imprescindibles para lograr que la Sanidad pública española se asiente como un sólido Sistema Nacional de Salud y no diecisiete descoordinados sistemas autonómicos.
El consejero también ha tenido tiempo para centrar parte de su intervención en la Comunidad de Aragón. Sobre la base metodológica de la planificación estratégica ha informado a los presentes que en Aragón se estructuró una línea de trabajo que permitió integrar los aspectos puramente técnicos, con las directrices de política sanitaria, los requisitos de gestión y la participación de los grupos de interés. La elaboración fue un trabajo interdisciplinario, a cargo de gestores y expertos. Durante cinco meses, más de 140 personas intervinieron en su redacción, y más de 30 entidades y organizaciones aportaron sus propuestas.
La implantación, según Oliván, se desarrollará en el periodo 2012 a 2015. Tras este periodo se realizará un nuevo análisis de situación. La implementación se ha iniciado en 2012, mediante objetivos concretos (operativos y evaluables), acciones, y presupuestos. La evaluación, se realizará al finalizar cada ejercicio económico, con evaluaciones parciales cada seis meses, con una evaluación final en 2015.
El consejero ha finalizado su intervención explicando que es lo que se busca con la implantación de estas 400 medidas sanitarias. Por un lado disponer y ordenar la estructura de recursos humanos, técnicos, edificios, económicos, gestión, equipos y sistemas, para facilitar los mejores resultados en términos de salud, sin carencias ni despilfarros; hacer trabajar para que el sistema sanitario público sea sostenible y perdurable y por último buscar la eficacia y eficiencia como requisito imprescindible para progresar adecuadamente en la difícil situación actual.