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Viernes, 22 de noviembre de 2024

El Servet aborda en un curso una terapia con impulsos eléctricos para tratar los trastornos de deglución

Los profesionales pueden certificarse en la estimulación eléctrica neuromuscular para fortalecer los músculos

El tratamiento ayuda a que pacientes en Rehabilitación puedan conseguir tener autonomía para tragar

La disfagia orofaríngea es la dificultad de ingerir alimentos, sólidos o líquidos, lo que acarrea riesgo de ahogarse y muchos problemas de nutrición e hidratación. El trastorno pude venir causado por la edad o por enfermedades neurodegenerativas, ictus, tumores… y el tratamiento rehabilitador es esencial para que estos pacientes puedan, cada uno en la medida de sus posibilidades, volver a tragar.

Certificación para utilizar el aparato

Rehabilitación de los músculos para deglución

Hospital certificado

Una de estas terapias consiste en la estimulación eléctrica neuromuscular, una técnica que permite fortalecer los músculos implicados en la deglución y que el paciente recupere la fuerza y movimientos necesarios para volver a tener autonomía para tragar. El Hospital Universitario Miguel Servet (HUMS) de Zaragoza acoge hoy un curso sobre este tratamiento en el que logopedas y médicos rehabilitadores pueden actualizar conocimientos y certificarse para poder utilizar un aparato específico para aplicar esta terapia a los enfermos.

El equipo

Un equipo del HUMS formado por la médico rehabilitadora Auxiliadora Jarne y las logopedas Ana Pinilla y Charo Vicente, ya cuentan con la formación y certificación correspondiente, y desde hace más de un año aplican estos tratamientos El objetivo de este curso es actualizar las terapias e incrementar el número de personas que obtengan el certificado y puedan aplicar estos tratamientos.

“Comemos con músculos y si esos músculos por las razones que sean están debilitados, necesitamos trabajarlos y ejercitarlos; la lengua, los labios, la mejillas, los músculos de la garganta… están implicados en este proceso, y el aparato nos ayuda a trabajar en ellos”, señala la doctora Jarne.

Para realizar la terapia, se aplican unos electrodos, anatómicamente adaptados para colocarlos en la zona anterior del cuello, en la superficie de la piel, y una corriente eléctrica de baja frecuencia, no dolorosa, estimula las terminaciones nerviosas y se produce la contracción de los músculos que están implicados en el complejo proceso de la deglución. El tratamiento completo se compone de un número determinado de sesiones, en función de la patología del paciente y su gravedad, de entre 30 y 45 minutos cada una, en la que al enfermo se le va administrando estimulación eléctrica, combinado con ejercicios terapéuticos de la disfagia. Se trata de lograr una reeducación de la deglución a través de un método seguro y eficaz.

El curso se celebra entre hoy y mañana en el Edificio Docente del HUMS.