El Servet inicia un estudio con voluntarios para encontrar la dieta rica en proteínas más cardiosaludable
Ya se ha cerrado la captación de candidatos ante la gran respuesta generada
Los investigadores ya han demostrado que las dietas hipocalóricas con alto contenido en proteínas no solo son más eficaces para perder peso sino que, además, producen unos beneficios cardiometabólicos. Ello implica que el seguimiento de estos regímenes ayuda a que el metabolismo regule mejor la glucosa, los triglicéridos…. Así lo explica la Dra. Rocío Mateo Gallego, investigadora nutricionista del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IISA) en la Unidad de Dislipemias Primarias del Hospital Universitario Miguel Servet (HUMS) de Zaragoza, donde inician ahora este nuevo estudio clínico. “Conocemos los beneficios de las dietas bajas en calorías e hiperproteícas, pero ¿todas las proteínas son iguales?”, apunta esta profesora de la Universidad de Zaragoza.
El estudio va a permitir “comparar dietas hipocalóricas ricas en proteínas, preferentemente de origen animal, con dietas hipocalóricas ricas en proteínas, preferentemente de origen vegetal”. Cada dieta se va a calcular de forma personalizada teniendo en cuenta peso, altura, actividad diaria y ejercicio físico que se le pueda indicar, entre otros valores. El seguimiento es individual y se exige un compromiso de nivel muy alto a cada voluntario.
La investigación incluye en torno a 130 personas mayores de edad (de 18 a 80 años) que deben cumplir los siguientes requisitos:
- Exceso de peso
- Diabetes o la glucosa por encima de 100
- No seguir tratamiento de insulina
Este estudio sigue una línea desarrollada en el Servet desde hace años a través de la Unidad de Dislipemias Primarias que dirige el catedrático de Medicina Fernando Civeira, basada en la búsqueda de dietas o alimentos que permitan mejorar la salud de las personas, sobre todo en lo que se refiere a sus valores de azúcar y lípidos, cuyo exceso en su consumo tiene amplia repercusión en enfermedades como diabetes o problemas cardiovasculares. En estos estudios participan investigadores del IIS, así como del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV).
El principal objetivo es conocer el efecto de ambas dietas sobre la pérdida de peso, composición corporal y determinados parámetros bioquímicos cardiometabólicos, como son los triglicéridos, glucosa, colesterol… Además de las encuestas, análisis y diferentes controles sanitarios, a cada voluntario se le va a realizar una densitometría ósea antes de comenzar el régimen, durante el mismo y al final, para conocer, con máxima precisión, la composición corporal. Este último aspecto es clave, y es que las dietas ricas en proteínas han demostrado que ayudan a preservar la masa muscular en mayor medida que otras dietas con menor contenido en proteína. Lo que no se conoce con certeza es si todos los tipos de proteínas tienen ese mismo efecto, aspecto que quieren explorar en este estudio.
Con toda la información recogida se podrán hacer estudios a largo plazo de determinaciones más específicas que ayuden a identificar a través de qué mecanismos estas dietas producen sus efectos sobre los lípidos o la glucosa, entre otros, y que pudieran estar mediados por las hormonas intestinales, las adipoquinas, y otros componentes.
Rocío Mateo aclara que cuando se habla de dietas de alto contenido proteíco hay que tener en cuenta que, como mucho, el nivel de proteínas supondrá el 35 % de los componentes del régimen.