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Viernes, 1 de noviembre de 2024

La inflación en el año 2002 duplicó el objetivo previsto por el Gobierno de España tanto para Aragón como para el resto del territorio nacional

El crecimiento anual del índice de precios al consumo se situó en diciembre en 4,1% en Aragón y en 4,0% para el conjunto de España

Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en diciembre los precios subieron en Aragón un 0,2%, cifra similar a la del mes precedente, y en España un 0,3%, una décima más que el mes anterior. Esto sitúa las tasas de inflación para el año 2002 en el 4,1% en Aragón y el 4% para el territorio español. Se constata por lo tanto una desviación de dos puntos porcentuales con respecto al objetivo de inflación inicialmente previsto por el Gobierno español para finales del año 2002.

El diferencial de inflación con respecto a la Unión Europea se mantiene también en torno a los dos puntos porcentuales, ya que el Indice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA), utilizado para homogeneizar las medidas de inflación en los distintos países de la Unión Europea, se situó en diciembre en 4%, una décima por encima del registro del mes anterior.

En términos anuales, los sectores más inflacionistas en Aragón fueron la Hostelería, la Enseñanza y el Vestido y Calzado, con tasas de inflación a finales de año de 6.9%, 5.8% y 5.5% respectivamente. En todo caso, sólo el sector de Comunicaciones terminó el año con un crecimiento negativo de los precios, 4.8%, y tan sólo tres sectores, Comunicaciones, Ocio y Cultura y Menaje cerraron el año 2002 con tasas inferiores al 2% previsto para el índice general.

En el mes de diciembre, el sector más inflacionista fue el de Ocio y Cultura donde los precios subieron un 1.6% con respecto al mes precedente. Esto supuso una inversión de tendencia en el comportamiento de este sector que a lo largo del año contribuyó a moderar el crecimiento del índice general de precios. Otro sector que experimentó una subida considerable fue la Enseñanza, con 1.3%, aunque en este caso el movimiento supuso una continuación de la tendencia fuertemente inflacionista mantenida todo el año.

Las presiones inflacionistas se hicieron sentir por igual en todas las provincias aragonesas, pero destaca particularmente Teruel, que con una subida del 0.3% en diciembre situó la tasa de inflación a finales del año 2002 en 4.9%. La subida mensual en Huesca fue de 0.4% en diciembre, pero debido a una mayor moderación de los precios durante el año, la inflación al cierre del año fue de 3.7%, la menor de las tres provincias aragonesas. Los precios subieron en la provincia de Zaragoza un 0.1% en diciembre y la tasa interanual se situó en el 4.1%.

El comportamiento sectorial de los precios en territorio nacional fue similar al observado en Aragón. En términos anuales los sectores más inflacionistas fueron la hostelería, el vestido y calzado y el transporte. Las comunicaciones fue el único sector con una aportación negativa al crecimiento de los precios al cierre del año. En el caso español tan sólo dos sectores cerraron el año con crecimientos acumulados inferiores al 2%, las comunicaciones y ocio y cultura.

También en el promedio del territorio español el comportamiento de los precios de Ocio y Cultura cambió de tendencia en el mes de diciembre pasando de ser un sector moderador de la inflación a con un crecimiento de 1.3% presionar el índice general de precios.

Por otro lado, la inflación subyacente en España, que recoge la variación de precios excluyendo sus componentes más volátiles, los alimentos y la energía, aumentó en diciembre 0.2%, dos décimas menos que el mes anterior, lo que situó la tasa anual en 3.5%. El medio punto porcentual de diferencia entre la inflación general y la subyacente refleja las presiones inflacionistas procedentes de las fuertes subidas del precio de los combustibles y de los alimentos durante todo el año 2002. La tasa subyacente sigue en todo caso siendo excesivamente elevada ya que implica que los componentes más estables del índice de precios han experimentado una subida de 1.5 puntos porcentuales por encima de lo que las autoridades monetarias consideran un crecimiento estable de los precios.