Turismo
Medio centenar de escolares descubren el vuelo sin motor en el Aeródromo de Santa Cilia
Durante las próximas semanas, otros colegios visitarán las instalaciones
El vuelo a vela se puede practicar desde los 15 años y supone el mejor punto de partida para cualquier carrera aeronáutica
El Aeródromo de Santa Cilia abría este lunes sus puertas a medio centenar de escolares procedentes del Colegio Rural Agrupado (CRA) Río Ara (formado por los alumnos de Torla, Broto, Fiscal y Boltaña). Los niños, de edades comprendidas entre los 3 y los 6 años, han podido descubrir el mundo del vuelo sin motor a través de esta actividad en unas instalaciones únicas.
Durante la visita didáctica, los responsables del Aeródromo de Santa Cilia, instalaciones dependientes del Gobierno de Aragón y vinculadas a Turismo de Aragón, han enseñado a los pequeños los hangares. Todos han tenido la oportunidad de subirse en un planeador para hacerse fotos y sorprenderse con los instrumentos del avión. Además, han podido contemplar el aterrizaje de varios planeadores, tras lo que han disfrutado de una merienda.
La visita de los escolares del CRA Río Ara se enmarca en la iniciativa de Fly-Pyr de promocionar el interés por la aeronáutica entre los más jóvenes. Como en otros muchos otros países europeos, donde existe gran tradición aeronáutica, la afición empieza a muy corta edad, con simples aviones de papel. El siguiente paso en la evolución es el aeromodelismo y, a partir de los 15 años, si existe realmente el interés (o la vocación) por este ámbito, se puede empezar a volar en serio: primero como vuelo sin motor y, más adelante, si así lo desea el interesado, introducirse en el vuelo real. El mundo del vuelo a vela no se limita a una alternativa lúdica o de ocio, si no que puede suponer la mejor manera de iniciarse en cualquier carrera aeronáutica.
Así, está demostrado que existe una relación probada entre la difusión del vuelo deportivo entre los jóvenes y el nivel de desarrollo aeroespacial potencial de un país, como lo demuestra el hecho de que las grandes hazañas han tenido su punto de partida en vuelos de aficionados. Además, el vuelo deportivo cuenta con numerosas ventajas para los jóvenes: comenzando por la diversificación y el acceso a una práctica deportiva apasionante y diferente, que permite experimentar sensaciones únicas, y siguiendo con una experiencia formativa que requiere la máxima concentración y no deja tiempo para otras actitudes que, hoy por hoy, hacen que la juventud deba enfrentarse a numerosos riesgos, en una etapa de máxima vulnerabilidad.
El vuelo sin motor forma parte del patrimonio histórico de Huesca, donde las primeras experiencias documentadas se remontan a 1911, apenas unos pocos años después de que dos fabricantes de bicicletas desafiaran las leyes físicas y protagonizaran la primera hazaña de la historia de la aeronáutica moderna. No hace falta insistir en la importancia que tuvo este primer paso en el desarrollo de la propia historia de la humanidad durante el siglo siguiente.
La apuesta de Santa Cilia pasa por despertar en los más pequeños el gusanillo por la práctica de este deporte y por enseñarles la importancia del vuelo sin motor que, en otros lugares de Europa, forma parte de la instrucción para convertirse en profesionales aeronáuticos, como pilotos de vuelos comerciales. El aeródromo jacetano ofrece la oportunidad de entrar en contacto con el vuelo a vela, desde su ubicación en un lugar privilegiado para su práctica, y con todos los servicios para hacer de ella una experiencia única.
De esta manera, el calendario de visitas concertadas con distintos centros escolares continuará las próximas semanas con alumnos matriculados en los CRA Alto Gállego y La Fueva y, entre los objetivos del Aeródromo de Santa Cilia y el Aeroclub Nimbus para la próxima temporada, se encuentra seguir trabajando en la misma línea para lograr dar a conocer entre las edades más tempranas las ventajas de este deporte, un gran desconocido pero, por el contrario, con numerosos beneficios y que se puede practicar desde la adolescencia de manera autónoma e, incluso, puede ser realizado por personas con discapacidad o movilidad reducida.
En este sentido, ya se está trabajando en la puesta en marcha de contactos con las autoridades educativas, con la finalidad de potenciar la difusión de esta actividad en edad escolar.