C’alial ofrece un nuevo pan de calidad al mercado

La marca C’alial del Gobierno de Aragón cuenta con un nuevo producto certificado, el pan chusco de Pastelerías Tolosana, que ha sido presentado por el propietario de la empresa como “un ser vivo al que hay que sentir y cuidar para que nos ofrezca lo mejor de sí mismo”.

Al acto ha asistido el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, quien ha indicado que el doble reto compartido entre su departamento los productores de alimentos es divulgar la marca y sumar más elaboradores al proyecto.

En este sentido, ha recordado que ya en 2016 se llevó a cabo una campaña de publicidad con el objeto de animar las ventas navideñas de C’alial y que a este sello se le va a dar notoriedad en el plan de promoción agroalimentaria que se está elaborando. “Es una marca de calidad que el departamento quiere relanzar”, ha señalado.

Para Olona, la diferenciación es un requisito imprescindible si se quiere obtener en el mercado el mayor valor posible para un alimento, y C’alial “es una buena herramienta y una buena oportunidad para diferenciarse”.

De ahí que el consejero haya animado a más productores certificar sus elaboraciones, puesto que el sello aragonés de calidad alimentaria ya cuenta con 40 reglamentos para otros tantos productos distintos. “El público quiere alimentos aragoneses y de calidad y está dispuesto a premiar a quienes se los faciliten, pero tenemos que ser más”, ha indicado.

Tras felicitar a Pastelerías Tolosana por su iniciativa y por su trayectoria, el responsable de la alimentación aragonesa también ha manifestado su deseo de que sean más panaderías las que aprovechen esta oportunidad, ya que el reglamento del pan incluye tipos de las tres provincias aragonesas y hasta el momento únicamente se certifican dos de Huesca.

Calidad Alimentaria

C’alial nació en 1993 con el nombre de Aragón Calidad Alimentaria y como marca de garantía del Gobierno de Aragón. El objetivo era identificar los productos alimentarios de Aragón que se distinguieran por sus especiales cualidades, tanto gastronómicas como sanitarias y nutricionales.

Su lanzamiento tuvo muy buena acogida, tanto por los empresarios como por los consumidores, y llegó amparar a más de 40 productos diferentes y a varias decenas de productores. Además, fue “cantera” de denominaciones de origen protegidas como Melocotón de Calanda, Aceite del Bajo Aragón y Cebolla Fuentes de Ebro.

En parte por la salida de los productores que se integraron en estas DOP, en parte por el abandono de otros y en parte por el descuido del propio Gobierno de Aragón, la marca se ha ido debilitando en los últimos años hasta llegar a verse amenazada por la desaparición.

Adepaca, la asociación en la que se integran la mayoría de los elaboradores, comunicó el año pasado su preocupación por esta circunstancia al consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad y la colaboración entre la asociación y el departamento ha dado lugar a un plan de acción cuyo objetivo inmediato es recuperar el terreno perdido.

Sin contar la carne de vacuno, en 2015 los productores que certifican con C’alial elaboraron 1,6 millones de kg de alimentos con un valor de venta de 4 millones de euros. En el caso de la carne de vacuno, fueron 765 000 kg con un valor de 3,2 millones de euros.