Olona defiende, frente a los daños de origen meteorológico, los seguros agrarios, que “son la apuesta del Gobierno de Aragón”

“La apuesta del Gobierno de Aragón son los seguros agrarios, para los que cada año se destinan nueve millones de euros”. De esta forma ha expresado el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, cuál es la política de su departamento en lo que a siniestros agrícolas se refiere.

Olona ha visitado la localidad de Paracuellos de Jiloca, población en la que una tormenta de granizo ha provocado graves daños en los cultivos frutícolas. Allí se ha reunido con representantes de los municipios de Maluenda y Calatayud, además de los de Paracuellos, y con agricultores afectados por la granizada.

“Quiero ver in situ los daños y hablar con los damnificados para ver qué problemas puede haber con el seguro agrario, porque nos interesa que sea eficaz y fiable”, ha manifestado. “Es la herramienta que tenemos –ha añadido- y tenemos que mejorarla todo lo que sea necesario”.

Los agricultores de la zona han puesto sobre la mesa sus problemas, entre otros, con las fechas de contratación, las peritaciones y la valoración comercial de la fruta menos dañada. “Todo es perfeccionable –ha dicho Olona- y debemos ser conscientes de que las condiciones del seguro agrario son el resultado de una negociación en la que tenemos que influir todo lo que podamos”.

En Este sentido, ha resaltado el papel de las organizaciones agrarias y cooperativas, “que ya trabajan para mejorar las condiciones de las pólizas”.

Con respecto a la posibilidad de que el Gobierno de Aragón pudiera instrumentar otro tipo de ayudas, el consejero ha recalcado que “lo que es asegurable no es indemnizable”.

Por último, y ante la reclamación de que los seguros agrarios deben garantizar la renta de los agricultores y ganaderos, el titular de Desarrollo Rural ha señalado que “eso no se le puede pedir al seguro agrario, pero sí a la PAC [Política Agraria Comunitaria]”. Y ha recordado que su departamento ha presentado una propuesta de reforma que, precisamente, está enfocada a ese objetivo y no discrimina, como la actual, a los fruticultores.