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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Medio Ambiente

La recuperación de la trucha autóctona en Aragón, un caso de éxito

La población de trucha común sigue creciendo, pasando de los 1.346 ejemplares por hectárea en 2013 a los 3.205 de 2017

Hoy se ha realizado uno de los muestreos de control de población de trucha autóctona mediante pesca eléctrica en el río Bellós, en el cañón de Añisclo

El Gobierno de Aragón apuesta por el reforzamiento y recuperación de las poblaciones autóctonas de trucha común (Salmo trutta) mediante la repoblación de las aguas donde habita. Para conseguirlo, se capturan y seleccionan mediante pesca eléctrica ejemplares de las distintas cuencas fluviales del Pirineo (Aragón, Gállego, Cinca y Ésera). Solamente los ejemplares que obtengan un resultado genético autóctono y no centroeuropeo, entrarán en el programa de reproducción.

Ángel Berzosa explica el procedimiento del control de la población de las truchas autóctonas.

Ángel Berzosa explica el trabajo del Gobierno de Aragón y la dificultad que ha tenido

En el día de hoy, el director general de Gestión Forestal, Caza y Pesca, Ángel Berzosa, ha presenciado un muestreo de población de trucha autóctona en el río Bellós en el cañón de Añisclo (cuenca del Cinca), donde se han capturado 30 machos salvajes de trucha común, mediante pesca eléctrica. De la captura, se seleccionarán las truchas más puras, atendiendo a sus características fenotípicas y se les extraerá una pequeña cantidad de material biológico para su posterior análisis genético. Estos ejemplares se trasladarán a la Piscifactoría de Planduviar y solamente a los individuos que resulten 100% autóctonos, se les extraerá el esperma para la fecundación de huevos.

La piscifactoría de Planduviar, situada en Sarvisé en el valle pirenaico de Broto, es un centro de referencia en la cría de trucha autóctona tanto a nivel de Aragón como de la acuicultura de esta especie salvaje a nivel nacional.

La cría en cautividad de la trucha salvaje requiere de protocolos técnicamente complejos, que muestran lo especialmente difícil que es lograr la reproducción de variedades autóctonas de trucha común en cantidades y calidades óptimas. Tras años de trabajo se han podido consolidar cuatro líneas genéticas, una por cada cuenca, con suficientes reproductores para asegurar la continuidad, producción y repoblación.

Desde la temporada 2016, se han realizado repoblaciones de huevos embrionados mediante la colocación de cajas Vibert en los ríos. Uno de los mayores beneficios de este método de repoblación es que las truchas que consiguen sobrevivir tienen una adaptación al medio comparable a la de las truchas salvajes.

Los resultados recogidos en los últimos cuatro años muestran un incremento de la densidad de las poblaciones de truchas y de todos sus efectivos poblacionales con respecto al brusco descenso detectado en el año 2013, debido a las riadas acaecidas ese año.

El Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad ha trabajado para revertir esta situación en dos líneas a través de la repoblación mencionada y mediante una política de protección y gestión sostenible de la pesca de la trucha, basada en el fomento de la pesca en la modalidad de captura y suelta y el empleo de artes de pesca no dañinas para los peces capturados y el medio ambiente.

La población de trucha en la Comunidad Autónoma de Aragón en 2013, fue de media 1.346 truchas por hectárea, mientras que en 2017 la cifra asciende a 3.205 truchas por hectárea, lo que supone un incremento del 138% de la población.

El aumento poblacional medio de los últimos años se da sobre todo en las fracciones de alevines y juveniles. La fracción de adultos se ha mantenido aproximadamente en la misma densidad media que la que se detectó en los últimos cinco años.

Asimismo, la actual política piscícola y de repoblaciones con trucha autóctona en Aragón se está mostrando como un complemento de gran ayuda para el desarrollo socioeconómico de muchas localidades ribereñas. Estos flujos económicos que llegan al mundo rural los realizan a lo largo de todo el año cerca de 70.000 pescadores de los que más de 16.000 tienen residencia en el extranjero.

Seguimiento de las poblaciones de trucha

Desde 2006 y con periodicidad anual, se realizan muestreos estivales para el estudio y seguimiento de las poblaciones de trucha común en los ríos de Aragón. La red de seguimiento anual se compone de 67 estaciones de muestreo y, además, se realizan otros muestreos específicos para distintos seguimientos de poblaciones piscícolas en los ríos, así como rescates en zonas que sufren estiaje en la época estival.

La técnica de estudio de las poblaciones de truchas en los ríos aragoneses consiste en llevar a cabo muestreos directos de pesca eléctrica en diferentes tramos del río, atendiendo a las diferentes características de las masas de aguas (corrientes, tablas, badinas…).

El aparato de pesca eléctrica que se utiliza es un equipo portátil. El personal técnico se reparte el trabajo, uno hará de pescador manejando el ánodo (caña eléctrica) y dos personas provistas de una sacadera recogen los peces que flotan en el agua tras ser electroanestesiados por la corriente eléctrica transmitida por el ánodo y otras dos personas se encargan de transportar los peces hasta la mesa de medición instalada en la orilla del río, donde se miden y pesan todos los peces capturados.