Medio Ambiente
Toma de medidas preventivas contra el mejillón de cebra
La Oficina del Regante advierte del riesgo de proliferación de esta especie invasora
“Es el momento de comenzar los tratamientos preventivos para evitar la propagación del mejillón cebra” así lo advertía la Oficina del Regante de Sarga a los usuarios de las redes de riego tras los resultados obtenidos en los últimos muestreos de larvas en el embalse de Mequinenza. El mejillón cebra genera importantes problemas en los ecosistemas acuáticos donde habita pero también perjudica directamente a la actividad del ser humano, en concreto a los grupos de regantes. Este molusco se agrupa formando colonias que bloquean el paso del agua por las infraestructuras de riego. Para evitar este problema, es fundamental la prevención. Una precaución que pasa por aplicar, a su debido tiempo, los tratamientos más adecuados para cada caso. La Oficina del Regante advierte de que es el momento idóneo para comenzar los tratamientos preventivos. Estas acciones tienen la finalidad de impedir que las larvas del mejillón cebra lleguen a colonizar las redes de riego (tuberías, filtros, rejillas de limpieza, etc). Las opciones disponibles son variadas, tanto por los productos químicos utilizados como por las formas de aplicación. El Gobierno de Aragón, a través de la Oficina del Regante de SARGA, ofrece a las Comunidades de regantes un servicio de apoyo en la lucha contra el Mejillón Cebra. Una ayuda con la que las Comunidades de Regantes pueden contar en caso de duda (teléfono: 976 07 00 00, email: oficinaregante@sarga.es Expansión del mejillón cebra El mejillón cebra es un molusco procedente de los mares Caspio, Aral y Negro, catalogado como especie exótica invasora en España e incluido en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. En la cuenca del Ebro apareció en densidades significativas por primera vez en los embalses de Flix (Cataluña) y Ribarroja (Cataluña y Aragón) en el verano de 2001. El problema para el regante viene porque este molusco se adhiere a cualquier sustrato duro y se agrupa formando colonias de gran densidad. Si consiguen colonizar el interior de las infraestructuras de riego pueden llegar a colapsarlas y no dejar transitar el agua. Expertos de la Universidad de Zaragoza y de la Confederación Hidrográfica del Ebro analizan regularmente la densidad de larvas de mejillón cebra que hay en el agua de los ríos de la cuenca o en las instalaciones de riego. Esas larvas se desplazan en la corriente de agua y cuando alcanzan un tamaño determinado se adhieren a las superficies duras (rocas, tuberías, rejas, etc.). A temperaturas inferiores a unos 15 º C, la reproducción de los adultos no es posible, y por tanto no hay larvas en la columna de agua. Si embargo, al finalizar la primavera, las aguas de los grandes embalses del Ebro alcanzan esa temperatura y la presencia de larvas en el agua comienza a confirmarse, iniciándose así el periodo de riesgo que suele durar hasta principios de invierno.