Broto destaca la importancia de la colaboración de las entidades sociales con el Gobierno de Aragón

La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, ha destacado la importancia de la aplicación de la Ley de Servicios Sociales y, en concreto, de la colaboración del Gobierno de Aragón con las entidades Sociales.

Broto ha hecho estas declaraciones a los medios de comunicación en el transcurso de su visita a los proyectos que Cruz Blanca tiene en Huesca. En el recorrido ha estado acompañada por el alcalde de Huesca, Luis Felipe, por el vicepresidente de Fundación Cruz Blanca, Juan Ignacio Vela, así como con diferentes responsables de esta entidad.

“Cuando hablamos de servicios sociales lo que tenemos que hacer es cumplir con la Ley de Servicios Sociales, que es la que plantea los derechos que tienen las personas que viven en Aragón”, ha señalado la consejera. Ha añadido que esta norma “plantea cómo se tienen que gestionar los servicios sociales” y, entre otras cosas, ha señalado, la ley destaca el compromiso que han de tener las administraciones y “la importancia de la participación de las entidades sociales”. Broto ha insistido en que “son las entidades las que hacen el trabajo con eficacia y las que mejor conocen a las personas con las que trabajan”.

La consejera ha visitado en primer lugar el centro San Isidoro, donde ha visto de cerca, entre otras cosas, el funcionamiento del supermercado Social que tiene allí Cruz Blanca, el dispensario, las aulas de formación y la escuela taller.

Después se ha dirigido al hogar San Lorenzo, donde ha recorrido las instalaciones: oficinas, salón de estar, sala multiusos, taller de velas y jabones, comedor, residencia y habitaciones.

El Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales mantuvo el año pasado una estrecha colaboración con el programa “Entabán” de inserción sociolaboral para colectivos altamente vulnerables; con el proyecto de atención psicosocial integral para personas y familias en situación de vulnerabilidad y/o riesgo de exclusión social; y el programa “O Cambalache” de promoción de la salud para personas en situación de vulnerabilidad.

El Centro Hermano Isidoro de Huesca surge a finales de 2003 como un dispositivo para proporcionar una atención integral a familias y personas con claro riesgo de exclusión social que carecen de ingresos económicos o estos son insuficientes y que, en muchas ocasiones, se sitúan al borde de la emergencia social.

Los servicios que proporciona el centro pretenden garantizar el acceso a la alimentación, a los productos de primera necesidad, a la sanidad y a promover las capacidades personales y habilidades sociales de los usuarios y familias. El objetivo es orientar a estas personas a la superación de las situaciones personales y familiares provocadas por la situación adversa actual mediante la atención integral.

Entre los servicios que presta este centro se encuentra además de la cobertura de necesidades básicas, el dispensario médico y apoyo al fármaco; la orientación laboral, formación pre laboral y cualificación profesional; el servicio de atención psico emocional y escucha activa; la orientación jurídica y en derechos ciudadanos; la dinamización comunitaria y la escuela de padres.

Por su parte, la Casa Familiar San Lorenzo es un centro residencial que ofrece atención integral a personas en riesgo de exclusión social, atendiendo diferentes perfiles (enfermedad mental grave y crónica, sida y discapacitados físicos, psíquicos o sensoriales que necesitan un apoyo residencial por la ausencia de apoyo familiar o por sus problemas de autonomía y funcionamiento psicosocial. El centro acoge a 80 residentes.