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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Consumo

Consumo elabora un estudio para valorar y analizar productos de bollería

Se trata de un control sobre productos de bollería etiquetada como “sin azúcares” o “sin grasas”

Este estudio, donde se analiza el etiquetado, la información nutricional y diferentes valores como la fructosa, sitúa en un 94% el grado de cumplimiento de los aspectos analizados

Desayunar o merendar productos de bollería industrial es algo muy común entre los niños y jóvenes aragoneses. Una práctica que conduce a un aumento de los casos de sobrepeso y de obesidad infantil y por la que la Dirección General de Consumo del Gobierno de Aragón ha realizado un análisis de diferentes productos de este tipo.

El Director General de Consumo del Gobierno de Aragón, Sergio Larraga, explica la importancia de no abusar de este tipo de productos

El Director General de Consumo del Gobierno de Aragón, Sergio Larraga, subraya la importancia de este estudio

El Director General de Consumo, Sergio Larraga, ha subrayado “la importancia de esta inspección ya que los diferentes estudios realizados hasta el momento sitúan a España como el país con mayor índice de obesidad infantil en el tramo de 6 a 7 años”.

El estudio se ha realizado siguiendo dos vías diferenciadas. La primera de ellas es estrictamente inspectora ya que se comprueban una serie de requisitos fijados previamente en un protocolo. La segunda de ellas radica en la toma de muestras para complementar la primera de las vías.

Para la toma de muestras, el Centro de Investigación y Control de Calidad ha sido el encargado de llevar a cabo los controles del etiquetado obligatorio y nutricional así como otras determinaciones analíticas.

Para el control del etiquetado obligatorio, en los productos debe aparecer la denominación de venta, el listado de ingredientes por orden decreciente, la indicación del contenido, la referencia a fechas de caducidad o consumo preferente, los datos identificativos del responsable, la presentación de esta información, el idioma, la altura de las cifras así como la indicación del lote.

En el control sobre la información nutricional, se comprueba que el producto se ajusta a lo declarado “sin azúcares” o “sin grasas”, la información y definiciones que aparecen en el etiquetado, la modalidad de la información, la presentación cuantitativa y la estructura tabular de esta información.

Las determinaciones analíticas se basan en comprobar que coincide el contenido neto declarado con el anunciado así como los valores de fructosa, glucosa, lactosa, maltosa y sacarosa para los productos “sin azúcares” y contenido en grasa en los declarados “sin grasas”.

Resultados de la campaña

Para la realización de este estudio, se ha procedido a analizar 16 productos de bollería con alegaciones “sin azúcares” y 17 productos “sin grasas”. En el primero de los casos se han realizando 20 determinaciones mientras que en el segundo de los casos un total de 16.

Con respecto al control del etiquetado, todas las determinaciones se cumplen a excepción de tres casos en los que falla el tamaño de la letra que aparece en el producto.

El control sobre información nutricional, determina que es incorrecta en el 36’6% de los productos ya que se suele incorporar a la denominación “sin grasas” algún descriptor del tipo de grasas de las que carece el producto y omitiendo a su vez la información global de la ausencia de grasas.

Por último, con respecto al control analítico cabe destacar que salvo una deficiencia en el contenido neto, el resto de determinaciones son 100% correctas.

Valoraciones generales de la campaña

Los datos que arroja este estudio, determinan que el grado de cumplimiento se sitúa en un 54% si bien casi la totalidad de las deficiencias se debe a una incorrecta indicación del etiquetado nutricional.

En cada muestra realizada por el laboratorio se realizan entre 16 y 20 controles. El resultado estadístico de estos controles determina que el 94% cumplen la normativa.

Otros datos significativos vislumbran que la declaración nutricional ha sido el parámetro con mayor número de deficiencias, concretamente 12 productos analizados incumplían este apartado. En su mayor parte se corresponden con los productos “sin grasas”, en los que se ha comprobado que esa denominación se ve añadida de otro tipo de referencias no admitidas.

Larraga ha querido destacar que “no es malo consumir este tipo de productos de bollería pero sí abusar de ellos. Es fundamental que los consumidores lean detenidamente la información que aparece en las etiquetas de estos productos además de apostar por mantener una dieta equilibrada entre los más jóvenes”.