El IAM formará por primera a los usuarios la Red de Centros de Mayores para prevenir la violencia de género

La directora del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), Natalia Salvo, ha anunciado este viernes que el Gobierno de Aragón dará formación específica sobre prevención de la violencia en mujeres a los usuarios de la red de Centros de Mayores. Tanto hombres como mujeres serán implicados en la lucha y prevención contra esta lacra de la sociedad y formados en materia de igualdad.

En 2016, el IAM ya abrió una línea formativa específica para prevenir la violencia machista en 20 centros sanitarios de toda la Comunidad Autónoma, formando a más de 500 profesionales, y ahora pretende seguir sensibilizando y concienciando sobre este problema en los centros de mayores.

Natalia Salvo ha hecho pública esta información minutos antes de comenzar la jornada sobre Violencia de Género y Maltrato en Personas Mayores, organizada por la Fundación Mayores de Hoy y Atenzia, con la colaboración del Gobierno de Aragón, en la sala Jerónimo Zurita del Edificio Pignatelli. “El objetivo de esta jornada es sensibilizar y concienciar del problema de la violencia de género de mujeres mayores, que es una realidad que está muy invisibilizada”, ha dicho Salvo. “Desde el IAM hemos percibido que ha habido un incremento de denuncias de mujeres mayores víctimas de violencia de género, lo que recibimos con cierto optimismo, pues no significa que haya habido un incremento de la violencia contra ellas, sino que poco a poco va calando el discurso de que la violencia de género es un problema social que debe denunciarse”, ha dicho Salvo.

Desde el 2007, el Gobierno de Aragón tiene una Ley de Violencia sobre las mujeres, que reconoce todas las formas de violencia que se ejercen contra las mujeres por el hecho de serlo, como consecuencia de la desigualdad estructural que sufren. A ella se sumará la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres en Aragón, que llegará al Parlamento en los próximos meses. Esta nueva norma legal incluye como novedad el reconocimiento al principio de interseccionalidad, es decir, a las múltiples discriminaciones. “En el caso de las mujeres mayores existe un componente, la edad, que amplía su vulnerabilidad. Además, si se incluyen otros elementos como la dependencia, la discapacidad o la ruralidad, el riesgo es todavía mayor”, ha explicado Salvo.