Gastón resalta que el tostadero de café de Eboca es un avance en innovación, excelencia, competitividad y también romanticismo

La consejera de Economía, Industria y Empleo, Marta Gastón, ha inaugurado esta tarde el nuevo tostadero de café de Eboca, empresa fundada en Huesca en 1981 y que lidera el sector del ‘vending’ o sistema de ventas mediante máquinas autoexpendedoras en su ámbito de actuación, que pese a limitarse de momento a Aragón y la provincia catalana de Lérida ocupa el octavo lugar en el ranking nacional por volumen de facturación.

Marta Gastón, acompañada por el director general de Economía, Luis Lanaspa, ha sido recibida por el presidente de la compañía, Raúl Benito, el alcalde de Huesca, Felipe Serrate, y el delegado territorial del Gobierno de Aragón, José Luis Abad. Durante la presentación, conducida por el director del Diario del Alto Aragón, Javier García Antón, la consejera ha afirmado que el nuevo tostadero de Eboca supone un importante avance en invocación, excelencia, competitividad y Responsabilidad Social, además de tener un componente romántico al recuperar una actividad perdida hace más de medio siglo.

La empresa, que mantiene en el término oscense de Cuarte sus principales instalaciones, cuenta con 60 trabajadores tras las últimas incorporaciones y factura 6,5 millones de euros al año, con un gran potencial de expansión. El nuevo tostadero, que supone la recuperación de una actividad que se perdió en Huesca hace más de medio siglo, se va a dedicar a la producción de café de alta calidad con certificado ecológico de Comercio Justo, que ya abarca en la actualidad el 40% de sus ventas, cuando el sector está en menos del 1%.

La sociedad oscense compra del café en origen, con una trazabilidad total, acredita el origen ecológico y el comercio equitativo y, a partir de ahora, también lo tuesta en sus propias instalaciones para garantizar la calidad y frescura del producto. Eboca se convierte así en la única empresa de ‘vending’ con tostadero propio en España. Su implicación con el Comercio Justo concuerda con su Sello de Responsabilidad Social de Aragón (RSA), que acredita su compromiso de aplicar en su organización los valores de transparencia, sostenibilidad, excelencia en la gestión y respeto a la sociedad y al medio ambiente.

La calidad y la diferenciación son otras de las vías por las que se mueve esta empresa, que realiza el 90% de sus ventas de café en vaso de papel, mientras en España sólo lo utiliza de media un 2% del sector; utiliza leche 100% en casi todas sus ventas frente al 3% nacional; y tiene el mayor parque en España de máquinas con pantalla táctil. Todo ello aparte de las ventas de café ecológico de Comercio Justo, que en el conjunto del sector apenas alcanza el 1%.

La empresa -que también tiene máquinas expendedoras de bebidas frías o productos de alimentación en espacios públicos-, está realizando además otras innovaciones, como las inversiones en telemetría para incorporar información a tiempo real facilitada por las máquinas y redefinir todos los procesos para aumentar la eficiencia. En breve tiene previsto lanzar una aplicación para móviles (app) con la que los clientes podrán pagar las consumiciones y le permitirá establecer una relación individual con cada uno. Igualmente está trabajando en el lanzamiento de una plataforma para gamificar toda la formación de sus empleados.

En relación con sus proyectos de desarrollo, incluido el tostadero, la empresa ha incrementado plantilla en diez personas desde el año pasado, alcanzando los 60 empleados actuales, y a lo largo de este mismo año espera incorporar a diez trabajadores más. La inversión en las nuevas instalaciones y los proyectos en general de desarrollo de la compañía han supuesto hasta ahora una inversión global en torno a 2 millones de euros.

La recuperación del tostadero tiene además un componente romántico que ha evocado durante la inauguración el historiador local y etnógrafo de Huesca Bizénd’o Río, autor de un estudio sobre la historia del café en Huesca. Este producto se empezó a comercializar a mediados del siglo XIX y alcanzó un gran desarrollo a principios del XX, cuando además de Huesca había tostaderos en las principales cabeceras comerciales, aparte del tostado sencillo que se hacía en aquellos tiempos en muchos comercios de ultramarinos.

Pero a partir de los años 40 esta actividad inició un declive por la concentración empresarial y el último tostadero de Huesca capital cerró en 1960. Casi 60 años después renace esta actividad perdida, incorporando además valores sociales añadidos en un paso empresarial hacia adelante.

La consejera de Economía se ha mostrado “encantada de acompañar en esta presentación a Eboca, que hoy abre un nuevo capítulo en la mejora de la calidad del producto y del servicio”. Un día, ha concluido, que dejará “un buen recuerdo”, especialmente a quienes como ella misma son “muy cafeteros”.