Un centenar de jóvenes recibe su diploma de Voluntariado Ambiental
La iniciativa de sensibilización en espacios naturales se ha desarrollado en siete espacios naturales de Aragón.
El consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, y el director de la Obra Social de Ibercaja, Román Alcalá, han entregado esta tarde los diplomas que reconocen la labor de Voluntariado Ambiental que han desarrollado este verano 105 jóvenes aragoneses. El acto ha tenido lugar en la Sala Jerónimo Zurita del Edificio Pignatelli de Zaragoza, con la asistencia de todos los voluntarios. Tres de ellos han recibido, además, una placa de agradecimiento por haber participado en cinco ediciones.
Como en años anteriores, desde su puesta en marcha en el año 1996, el programa ha contado con la colaboración de Ibercaja, entidad que financia esta iniciativa junto al Departamento de Medio Ambiente. El presupuesto es de 150.000 euros.
El programa se desarrolló entre el 1 de julio y el 31 de agosto. Durante ese periodo, 105 jóvenes han colaborado, en turnos de 15 días, en labores de sensibilización y prevención de incendios forestales en siete entornos naturales de especial valor: Moncayo, Maestrazgo, Sierras de Guara y Albarracín, y los Valles del Aragón, Echo y Ésera.
Los grupos están integrados por cinco personas: cuatro voluntarios y un coordinador, que es a la vez el conductor del vehículo. Su cometido ha sido principalmente de información y vigilancia, así como de disuasión en caso de detectar conductas negligentes.
Los jóvenes voluntarios informaron acerca de los riesgos asociados a la utilización del fuego en labores agrícolas, ganaderas y, sobre todo, recreativas. Su tarea preventiva fue más allá, recorriendo áreas de gran confluencia de visitantes y recordándoles las normativas específicas de acampada o circulación con vehículos a motor. También realizaron sencillas encuestas a los visitantes, dirigidas a conocer su perfil, origen y conocimiento de la problemática medioambiental y de la normativa existente.
Antes de iniciar el despliegue por el territorio, los jóvenes recibieron un curso de formación en primeros auxilios, orientación y reconocimiento del medio natural. Para facilitar esta labor, se editó un Manual de Incendios Forestales para Voluntarios, así como diversos folletos con información básica de los espacios naturales objeto de actuación.