El Gobierno de Aragón destina 196.020 euros a la restauración de la portada sur de la Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor en Uncastillo

El Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón ha destinado un total de 196.020 euros a los trabajos de restauración de la portada sur de la Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor de la localidad zaragozana de Uncastillo. La consejera Tomasa Hernández, acompañada por la directora general de Patrimonio Cultural, Gloria Pérez, representantes de la empresa que ha realizado los trabajos, miembros de la corporación municipal y de la Comarca de Cinco Villas, ha conocido este jueves las mejoras llevadas a cabo en la portada del templo.

En la visita, la consejera ha subrayado que el Gobierno aragonés se ha marcado “como prioridad” la conservación, protección y difusión del patrimonio. “La restauración de la portada de la iglesia de Uncastillo es buena muestra de este compromiso que hemos recogido en un proyecto de comunidad, Aragón, reino de la luz’, que encuentra en la investigación, actualización, mejora y exhibición del patrimonio algunos de sus ejes claves", ha dicho.

“El patrimonio es propiedad común de todos los aragoneses y entre todos debemos protegerlo, conservarlo y darlo a conocer”, ha defendido, recordando además que el patrimonio “también es motor de desarrollo de la economía en el territorio, dado que promueve el turismo cultural” y ayuda a generar empleo y fijar población.

La Iglesia de Santa María la Mayor, por el interés tanto de su fábrica como de algunos de los bienes muebles que custodia, es uno de los monumentos más destacados de Uncastillo y fue declarada Monumento Histórico Artístico (hoy Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento) en 1931. Además, la propia villa de Uncastillo goza también de la declaración de Conjunto de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto Histórico, desde 1966.

Se trata de una iglesia románica, consagrada en 1155 por el obispo de Pamplona y ampliada en los siglos XV y XVI, que fue siempre objeto de numerosos favores reales y alcanzó el rango de colegiata.

Su elemento más destacado es la portada tallada en piedra y con policromía muy puntualmente conservada que se abre en su frente meridional. Consta de tres arquivoltas decoradas con variados motivos figurativos de carácter profano, que se combinan con otros seriados de carácter vegetal estilizado.

Estas tres arquivoltas de medio punto apoyan en columnas con capiteles historiados con motivos religiosos y fustes entorchados o decorados con entrelazos y palmetas. Por los vestigios conservados en la fábrica se intuye que históricamente esta portada románica debió estar protegida por un atrio o elemento similar.

Esta portada y la fachada sur en la que se inserta han sufrido diversas intervenciones a lo largo del tiempo, unas documentadas y otras no, que han ido configurando su morfología actual.

Precario estado de conservación

El estado de conservación de la portada y de la fachada antes de la intervención ejecutada era bastante precario, ya que al deterioro natural de sus materiales constituyentes producido por el paso del tiempo, se había unido el derivado de su exposición directa a la climatología desde el momento en el que desapareció el atrio u otra posible protección superior que la protegiera de los agentes atmosféricos. En concreto, es en sus zonas altas y sobre todo en los bordes salientes donde se localizaron las fisuras y grietas que ponían en peligro de desprendimiento determinados elementos pétreos.

La superficie pétrea, en general, presentaba una suciedad y un oscurecimiento que impedían contemplar las representaciones. Esto se vio agravado por el deterioro provocado por la colonización biológica, con crecimiento de plantas y presencia de deyecciones de palomas y nidos de golondrinas, eflorescencias salinas procedentes de morteros de cemento contemporáneos, pero eran las patologías derivadas de la arenización, la disgregación, la desplacación, la presencia de grietas y fisuras, la pérdida de morteros de junta, de exfoliaciones y de abundantes pérdidas materiales diseminadas por todo el conjunto pétreo, las que aconsejaron una urgente, pero meditada y rigurosa intervención.

Precisamente debido al valor cultural y al deficiente estado de la portada y zonas aledañas, la Dirección General de Patrimonio Cultural encargó en 2023 a la conservadora-restauradora Patrocinio Jimeno Victori un proyecto de restauración, completado con un informe histórico-artístico de Tais Gracia Miguel.

Este proyecto permitió conocer en profundidad sus características formales y materiales y su evolución en el tiempo y, a partir de esos datos, definir con precisión la metodología y cada uno de los tratamientos a realizar tanto en la portada como en la fachada, frenar las causas de su deterioro y garantizar su conservación material a largo plazo.

Han sido las actuaciones contenidas en este proyecto las que han sido objeto del contrato de servicios que, tras la preceptiva licitación publicada en la Plataforma de Contratación del Sector Público, fue adjudicado a la empresa Arte, Conservación y Restauración (Ártyco) S.L. por un importe de 196.020 euros (IVA incluido), unos trabajos que realizaron entre julio y diciembre de 2024.

Ámbito de actuación

El ámbito de la actuación ha sido el conjunto formado por la fachada, la portada, el relieve superior y la puerta de madera. La intervención, que ha sido supervisada por los técnicos del Servicio de Protección, Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural, se ha centrado en la recuperación y conservación del conjunto pétreo.

De este modo, han consistido en la recuperación en cuanto a retirada de materiales superpuestos que perjudicaban, ocultaban o desfiguraban la superficie de la portada, y conservación en cuanto al restablecimiento de las características físicas idóneas de los materiales, con la utilización de técnicas y tratamientos que han proporcionado la consolidación, adhesión y fijación necesarias para asegurar su permanencia en el futuro, cumpliendo los requerimientos de reversibilidad, discernibilidad, compatibilidad y estabilidad.

Una vez instalados los medios auxiliares necesarios, la intervención comenzó con los estudios previos de investigación y documentación: el estudio medioambiental y el estudio hídrico de la portada y de la fachada en la que se inserta, los análisis de muestras extraídas y las catas estratigráficas necesarias para su estudio y caracterización. En ese momento se inició también la documentación fotográfica y videográfica de la intervención y la revisión del estado de conservación del conjunto.

Los trabajos continuaron con la eliminación mecánica de los rejuntados de cemento, para seguir con la eliminación puntual de sales, el tratamiento herbicida y biocida, la limpieza superficial de toda la piedra y la repetición de los ensayos y pruebas de limpieza y consolidación experimentadas en la fase de proyecto, que permitieron definir el protocolo de limpieza.

El estado de disgregación y descohesión del soporte pétreo, especialmente en la portada y relieve superior, hizo simultanear los trabajos de limpieza en seco, a punta de bisturí o mediante microproyección muy controlada y combinada con limpiezas por ablación láser, con los de consolidación.

Recuperar la calidad del conjunto escultórico

Tras los correspondientes ensayos, esta labor se llevó a cabo mediante aplicaciones sucesivas de agua de cal, solamente en aquellas zonas que lo precisaban para recuperar la cohesión y resistencia necesarias y proceder al minucioso trabajo de sellado de bordes de lagunas, escamas y desplacaciones en grave peligro de desprendimiento. Esta última fase ha sido fundamental para recuperar la lectura e interpretación iconográfica, así como la calidad técnica y estética del conjunto escultórico.

La consolidación de la totalidad de los elementos pétreos se completó con el sellado de morteros de junta y mechinales, fisuras y grietas, con la finalidad de evitar en lo posible la entrada de agua al núcleo de la piedra, bien por capilaridad o por condensación. Y se realizaron cosidos puntuales de sillares y fragmentos, necesarios para su estabilización.

La intervención material en el conjunto de portada y fachada ha concluido con la instalación de una nueva gárgola de cobre fijada a la gárgola original de piedra, pero de mayor recorrido, la restauración de la puerta de madera y su recuperación funcional y la reinstalación de la barandilla necesaria para la accesibilidad al interior de la iglesia.

Todas estas actuaciones han llevado aparejada una importante labor de documentación gráfica y fotográfica, así como diversos estudios de materiales y pruebas, cuyos resultados se han plasmado en una memoria final de los trabajos, que ha incluido también un plan de mantenimiento y conservación preventiva para el futuro. Además, también se han realizado un póster y un vídeo con imágenes de todo el proceso de intervención.