El Gobierno de Aragón saldará este mes sus obligaciones de pago con los proveedores a través del Fondo de Facilidad Financiera

El Gobierno de Aragón completará este mes de abril el proceso para saldar gran parte de su deuda comercial y rebajar notablemente su plazo medio de pago a proveedores. A través del Fondo de Facilidad Financiera, puesto en marcha por el Ministerio de Hacienda, se abonarán en los últimos días del mes de abril 171 millones de euros, que se suman a los 223 millones ya pagados a principios de este mes.

De esta forma, concluirá la transferencia de fondos a los proveedores por un valor total de 394 millones de euros, con los que el Gobierno de Aragón salda más de 61.000 facturas a empresas y autónomos. Además, esta operación aliviará las tensiones de tesorería de la Comunidad Autónoma y permitirá acelerar a partir de ahora el ritmo habitual de pago a proveedores. De hecho, la mejora se constatará ya en la medición del periodo medio de pago del mes de marzo y especialmente en el de abril, para posteriormente mantenerse en el tiempo de forma sostenida y de acuerdo a unos límites adecuados.

Hay que recordar que el Gobierno de Aragón se ha adherido al Fondo de Facilidad Financiera, mediante un préstamo con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) gracias al cual la Comunidad Autónoma ha tenido acceso a estos fondos con un o% de interés y diez años de plazo de devolución.

El Departamento de Hacienda y Administración Pública del Gobierno de Aragón ha trabajado con el objetivo prioritario de resolver las dificultades en el ritmo de pago a proveedores. Un problema que tiene su origen en los desfases sobre el déficit autorizado desde el año 2010, que han ido elevando progresivamente el volumen de deuda comercial y, en consecuencia, dilatando el periodo medio de pago.

Ahora, el Fondo de Facilidad Financiera permite cubrir los déficits no financiados de ejercicios anteriores, cuya suma en Aragón asciende a 394 millones, lo que se traduce en esta inyección de liquidez para el tejido productivo y supone un punto de inflexión para poder cumplir con las obligaciones de pago en plazos adecuados.