Concluyen las obras de emergencia para la reparación de la captación de agua de Bierge, destruida por una tormenta

Las obras de emergencia en Bierge para la reparación de los daños causados por las tormentas de septiembre en la captación de agua del rio Formiga para abastecimiento del núcleo de Yaso han concluido ya. Esta actuación, que ha ejecutado el ayuntamiento de la localidad, ha supuesto una inversión de 81.675 euros sufragados por el Instituto Aragonés del Agua (IAA), en el marco de las líneas de ayudas excepcionales que contempla el decreto ley 2/2024 del Gobierno de Aragón para la reparación de los daños producidos por las tormentas sucedidas entre septiembre y noviembre de 2024, y que han provocado números daños en las infraestructuras del ciclo del agua en Aragón.

Esta es una de las primeras actuaciones realizadas en las más de cuarenta obras de emergencia que está llevando a cabo el IAA dentro del ámbito del citado decreto de reparación de daños por tormentas.

Las obras han consistido en la reconstrucción de la toma de agua en el río Formiga que abastecía al núcleo de Yaso y que quedó completamente destruida por una violenta tormenta en la zona del barranco de Rebullón el pasado 2 de septiembre. Esto provocó que el caudal del barranco aumentara desde prácticamente seco a unos 100 metros cúbicos por segundo, una avalancha de agua, barro y piedras que destrozó no solo un tramo de la carretera A-1277, sino también la única captación de agua para consumo humano de la localidad de Yaso.

Esta se situaba en la desembocadura del barranco Rebullón, constaba de una caseta de válvulas, una bomba sumergible en el río Formiga, una acometida eléctrica aérea, cuadros eléctricos de gestión y una tubería enterrada de impulsión hasta el pueblo, instalaciones que se han modificado para hacerlas más resistentes a futuros episodios de avenidas. Así, se ha sustituido la caseta y la bomba que se encontraban en las inmediaciones del cauce por un pozo de 6 metros de profundidad, retranqueado 5 metros de la orilla del río, al que se conecta mediante una zanja drenante rellena de bolos y gravas gruesas. De este modo, queda protegido el talud del río que alberga toda esta instalación mediante 50 metros cúbicos de escollera de 500 kilogramos.

Las dos bombas sumergibles instaladas en el interior del pozo, de 15 CV cada una, y que funcionaran alternativamente para elevar un caudal de 3 metros por segundo a 245 metros de altura para conducir el agua a lo largo de 3,5 kilómetros hasta el depósito de agua de Yaso, se encuentran protegidas frente a futuras avenidas torrenciales, ya que esta instalación no supone ningún obstáculo al flujo de agua al quedar enterrada.