Las emisiones de gases de efecto invernadero en Aragón descienden un 5,5% en 2023 y consolidan la tendencia a la baja

Aragón emitió en 2023 un total de 11.789 kilotoneladas de CO2 equivalente (CO2e), lo que supone un descenso del 5,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 2022, manteniendo la tendencia descendente de los últimos años. Esta cifra representa el 4,4% del total nacional, según los datos del inventario elaborado por el Sistema Español de Inventarios y difundido por la Dirección General de Educación Ambiental del Departamento de Medio Ambiente y Turismo.

Estos datos corresponden a la edición 2025 del Sistema Español de Inventarios, con información revisada desde 1990 hasta 2023, y permiten disponer de una imagen precisa del comportamiento de las emisiones en el ámbito autonómico. El inventario completo está disponible para consulta pública en el portal web del Gobierno de Aragón.

Del total de emisiones registradas en Aragón, el 24% corresponde al denominado “sector regulado”, integrado por aquellas instalaciones afectadas por la Ley 1/2005, de 9 de marzo, que regula el régimen de comercio de derechos de emisión (RCDE). Este sector incluye tanto la generación de energía como determinados procesos industriales.

El 76% restante pertenece al llamado “sector difuso”, que engloba actividades no reguladas por la citada ley, como el transporte, la agricultura y ganadería, así como las emisiones derivadas del consumo energético en los sectores residencial, comercial e institucional, además de toda la industria excluida del régimen de comercio de derechos.

Las principales fuentes de emisión en Aragón siguen siendo el transporte, la ganadería y la industria, que en conjunto generan cerca del 70% de las emisiones de GEI. La ganadería representa el 25,8% del total, debido a procesos como la fermentación entérica y la gestión de estiércoles. Por su parte, el transporte es responsable del 24,5%, y las actividades industriales suponen el 16,3 %.

Frente a estas emisiones, el sector de uso de la tierra, los cambios de uso y la silvicultura actúan como un importante sumidero de carbono. Gracias a la masa forestal aragonesa, se logra absorber el 33,7 % de las emisiones anuales de CO2e, lo que contribuye de forma significativa a mitigar el impacto climático.