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Acto simbólico para celebrar el 40 aniversario de la Diputación General de Aragón
El primer presidente y parte de sus consejeros han participado en el homenaje que les ha rendido el actual Gobierno
El Gobierno de Aragón, presidido actualmente por Javier Lambán, ha rendido un homenaje al primer gobierno autonómico, presidido entonces por Juan Bolea Foradada. En él han intervenido algunos de los consejeros de aquel ejecutivo como Ángel Cristóbal Montes, Joaquín Tejera o José Ángel Biel, así como todo el gabinete actual. Tras la renovación de la toma de posesión realizada por los miembros de la DGA de 1978, Bolea ha pronunciado la fórmula utilizada en la catedral de Huesca el 22 de abril de aquel año. Tras ello, ambos presidentes, Lambán y Bolea, han izado la bandera de Aragón, recordando el acto que tuvo lugar en la Plaza Aragón el 23 de abril de 1978. A continuación, los ocho consejeros han firmado un diploma conmemorativo, que ha sido entregado a sus antecesores presentes. El Presidente de Aragón, Javier Lambán, ha pronunciado un discurso de profundo agradecimiento a aquellos hombres que compusieron la primera Diputación General de Aragón. Lambán ha comparado dos quinquenios que intentaron profundas reformas democráticas: “mientras el de 1931-1936 resultó finalmente fallido, el de 1977-1982 resultó un rotundo éxito”, ha sentenciado. En su argumentación ha recordado que en 1977 empezó en España la legalización de partidos y sindicatos y las elecciones, mientras que en Aragón se producía una multitudinaria manifestación el 23 de abril de 1978. También durante este lustro, se aprobaba la Constitución española, se celebraron las primeras elecciones democráticas municipales y autonómicas en 1979 (tras las de 1931) y se aprobaba el Estatuto de Autonomía de Aragón en agosto de 1982. Para Lambán, la etapa de la transición ha sido la de “mayor éxito” de la historia de nuestro país, “desde la Guerra de Independencia contra los franceses”. Recuerda que fue una época en que se reclamaba autonomía en todos los puntos del país bajo el eslogan “Libertad, Amnistía y Estatuto de Autonomía” pero afirma que si hubo una Comunidad que tenía más autoridad para exigirla, esa era Aragón y para ello se ha remontado a antecedentes que parten de la época de Felipe V que suprimió el autogobierno con el del Decreto de Nueva Planta de 1707 y desde entonces nunca cesó una corriente que reclamaba autonomía, hasta llegar a 1977, con todo el bloque de reformas de la transición, en que se plantea la autonomía aragonesa. Precisamente, hay un acto que ,a su juicio, es “luminoso, estelar y central”, que es la constitución de la Diputación General de Aragón el 9 de abril de 1978 en San Pedro de los Francos en Calatayud. Para el Presidente de Aragón, “la autonomía le ha sentado especialmente bien a Aragón”, ya que superando algunas etapas en que la comunidad estuvo relegada demográfica y económicamente, supo coger impulso y en las últimas décadas “nos ha permitido colocarnos en el foco de atracción de empresas y motor de desarrollo” y sostiene que una segunda oportunidad “nos ha concedido la historia y que hemos sabido aprovechar, a través de una serie de paradigmas que nos ha permitido reforzar el aprovechamiento de esta oportunidad”. Ejemplo de ello, la privilegiada situación geográfica que permite a la Comunidad de Aragón convertirla en referente de la logística, o el elemento del cierzo, antes inclemencia y ahora elemento de generación de riqueza, que le puede permitir colocarse a la cabeza de la producción de renovables en España. Igualmente cita, como fortalezas, un sector agroalimentario potente, un turismo que aprovecha naturaleza y patrimonio, así como todo el talento aragonés que apuesta por una sociedad del conocimiento y la innovación. Y cree el actual presidente aragonés que sin el Estatuto de Autonomía, sin la DGA, sin las Cortes de Aragón, “hubiera sido imposible” disponer de instrumentos para acercar los servicios públicos a los aragoneses, así como para defender nuestros derechos y reclamarlos, recordando en este sentido que desde el reinado de los borbones hasta hace pocas décadas, “todas las políticas del gobierno de Madrid se centraron en desarrollar Madrid, Cataluña y País Vasco” y la autonomía ha sido la oportunidad para que comunidades relegadas como Aragón hayan podido emerger y desarrollar sus potencialidades. No ha dejado pasar Javier Lambán la alusión al papel institucional y político que puede jugar Aragón. “Fuimos primero aragoneses y por eso fuimos después españoles. Fuimos uno de los elementos de este país que se puede arrogar la responsabilidad y el orgullo de ser fundadores de este gran país que es España. Durante siglos asistimos de una forma pasiva y resignada a lo que ocurría en España sin ninguna capacidad de intervenir en el devenir del país y, con frecuencia, soportando los peores avatares y la decadencia a la que estaba sometida el país. Pero la autonomía, el Estatuto, el autogobierno, nos permiten en la actualidad, cuando España atraviesa por una grave crisis nacional, de estar en el país, pero no como simples sufridores, sino como actores políticos de primera magnitud, que si nos lo proponemos, podemos ser determinantes en el presente y en el futuro de España”. Por todo ello, ha vuelto a agradecer el papel jugado por los pioneros que marcaron una andadura que deber seguir tratando de avanzar en el progreso de Aragón. El himno de Aragón ha puesto el punto final a un acto simbólico y emotivo que recuerda la primera Diputación General de Aragón hace 40 años.
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