El Presidente de Aragón reivindica el proyecto de España y el patriotismo constitucional en el Día de Aragón

El Presidente de Aragón, Javier Lambán, ha pronunciado un discurso reivindicativo de la historia de España, su historia, la Constitución Española, la calidad democrática, así como de un patriotismo constitucional y una idea compartida de país como proyecto común y de convivencia, de ciudadanía y solidaridad, que precisa de una caja única de la seguridad social, pero que que debería complementarse con un nuevo contrato social "tras saltar el anterior por los aires al comienzo de la crisis en 2008”.

Y lo ha hecho en plena celebración del Día de Aragón en el Palacio de la Aljafería afirmando que “ser aragonesista es sentirse concernido por lo que ocurre en España”, convencido de que no sería posible un proyecto de éxito en Aragón si España es un proyecto “fallido”. Al mismo tiempo, cree la recuperación del autogobierno, los avances conseguidos y los instrumentos contemplados en el Estatuto de Autonomía, permiten a Aragón participar en las grandes decisiones que se deben tomar en el conjunto del país. Y cree que igual que Aragón respiró con aires de gigante en la Edad Media, puede volver a hacerlo otra vez.

Su declaración se construye sobre su visión de la “crisis nacional” que atraviesa el país, en gran parte por la situación de Cataluña, si bien entiende que existen otras derivadas además de la territorial, como la de carácter político y social, que las tres al mismo tiempo, han multiplicado su efecto “destructivo”, lo que a su juicio, “nos ha dejado sumidos en una crisis cuyo calado jamás hubiera imaginado”.

Lejos de limitarse a defender el proyecto nacional en plena celebración del 23 de abril, Lambán ha empleado gran parte de su discurso a subrayar el papel que Aragón puede y debe jugar en esta crisis y a rememorar otras épocas en las que se muestra partidario de reflejarse y de recuperar su espíritu. Desde el IX Centenario de la incorporación de Zaragoza al Reino de Aragón, al 40 aniversario de la Constitución española y de la primera Diputación General de Aragón.

Lambán se ha retrotraído a la época del reinado de Alfonso I el Batallador, que supuso el engrandecimiento del Reino de Aragón y modificó el papel de los distintos reinos cristianos en la reconquista peninsular. De ser un pequeño principado pirenaico, Aragón pasó a ser, a mediados del siglo XII, una pieza esencial de las alianzas en el proceso de reconquista. Es precisamente su carácter expansivo hacia el exterior, involucrándose en el mundo de esa época, la conversión en plena Edad Media de una comunidad potente, cuyo carácter apuesta por recuperar en esta encrucijada española.

El Presidente de Aragón ha defendido igualmente la historia reciente de España en el 40 aniversario de la Constitución Española y la etapa de la transición, por ser a su juicio, la de “mayor éxito” de la historia de nuestro país, desde la Guerra de Independencia contra los franceses.

Para el Presidente de Aragón, “la autonomía le ha sentado especialmente bien a Aragón”, ya que superando algunas etapas en que la comunidad estuvo relegada, ha sabido coger impulso y en las últimas décadas le ha permitido colocarse en el foco de atracción de empresas y motor de desarrollo. Igualmente, cree que el Estatuto de Autonomía le permite disponer de instrumentos para acercar los servicios públicos a los aragoneses, llegando hoy a ser líder en España en inversión en Sanidad, Educación y Servicios Sociales. Igualmente, el Estatuto le ofrece herramientas para defender y reclamar sus derechos y la autonomía ha sido la oportunidad para poder emerger y desarrollar sus potencialidades.

No ha dejado pasar Javier Lambán la alusión al papel institucional y político que puede jugar Aragón. “Fuimos primero aragoneses y por eso fuimos después españoles. Siendo uno de los elementos de este país que se puede arrogar la responsabilidad y el orgullo de ser fundadores de este gran país que es España, ha invitado a algunos a superar su “complejo de inferioridad atávico que nos ha hecho sentir inferiores a los países de nuestro entorno”.

Hoy, según Lambán, es momento de reivindicar a España como país “seductor” que es "un gran país" que se hizo universal hace 500 años a través de su historia y su cultura. "Es hora de reivindicar la España de Lope de Vega y Quevedo y también de los hermanos Argensola o de Gracián. De las Cortes de Cádiz que dieron al mundo el término liberal; de reivindicar la España de la institución libre de enseñanza, de Machado y Azaña pero también de Menéndez Pelayo. La España de Ortega y Gasset y Eugenio d´Ors, de Lucas Mallada y Joaquín Costa, de la Residencia de Estudiantes donde convivieron los tres genios del siglo XX: Lorca, Buñuel y Dalí. Y ya, en la época moderna, la España de Camarón de la Isla, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat o José Antonio Labordeta”.

Igualmente, reivindica la España “regida por una de las constituciones más avanzadas en libertades y derechos, y que convierte a España en uno de los países más descentralizados del mundo”.

Javier Lambán ha vuelto a reclamar el orgullo de ser aragonés, sobre todo basado en el talento y ha citado a Emilio Castelar, uno de los presidentes de la primera República, quien sostenía que “el día en que sepamos lo que valemos, valdremos mucho más”, a lo que añade que ello “nos dará confianza en nosotros mismos y el orgullo dejará de ridiculizarnos”.

Ejemplo del talento son los premiados este año por las Cortes de Aragón y el propio Gobierno de Aragón: seis científicas aragonesas, Luis Alegre y el Diálogo Social.

Premiados 2018

Lambán ha comenzado su discurso mostrando su reconocimiento a todos ellos, además de un sentido recordatorio al rector Manuel López, fallecido hace pocas fechas.

A su juicio, todos son merecedores de tales galardones: las científicas porque reflejan dos elementos del “cambio civilizatorio” hacia un mundo mejor, con la incorporación de la mujer en todos los campos de la sociedad y por ser representantes del conocimiento, de la ciencia, por ser este es el principal factor de crecimiento y bienestar social. A su juicio, esta medalla es la “voluntad general de ganar posiciones en ese mundo que se avecina”.

De Luis Alegre, por ser una medalla a la capacidad del diálogo, de la imaginación, de la animación cultural. Y cree que la Cultura debe ser derecho y disfrute y, además, constituir una industria que supondrá generar riqueza e imagen de marca para proyectarse al mundo.

Con respecto a los agentes sociales, Lambán asegura que representan una de las mejores partes de la sociedad aragonesa, de la iniciativa económica y del trabajo y ha recordado que Aragón está creciendo por encima de la media española y se genera más trabajo, lo que es mérito de empresarios y trabajadores y del diálogo entre ellos y ha recordado su implicación la resolución del futuro de Opel.