Rudi: “La escuela no puede ser refugio de proyectos educativos sin neutralidad política ni demanda social”

Hace 50 años, Manuel Hurtado y García, entonces Obispo de la Diócesis de Tarazona vio cumplido su sueño, que los jóvenes de Tarazona y de sus municipios más cercanos pudieran cursar estudios no universitarios sin tener que abandonar la ciudad. Hoy, el Colegio Sagrada Familia de Tarazona celebra el aniversario, transmitiendo conocimiento y educando en valores.   La Presidenta de Aragón ha compartido la cita con los responsables, alumnos y exalumnos del centro y les ha felicitado por su trabajo y esfuerzo durante esta andadura.   En Tarazona, Luisa Fernanda Rudi ha recordado que la educación es la base sobre la que se asienta el futuro de la Comunidad pero que la acumulación de datos no basta si no está unida a la capacidad de recibirlos críticamente y de hacer una interpretación propia y auténtica de ellos. Por eso, ha descrito el reto con el que cuenta ahora la educación: proporcionar a los estudiantes las claves que les permitan diferenciar y jerarquizar la abrumadora cantidad de datos inconexos y carentes de sentido que se encuentran a su alcance y que a cada momento les salen al paso.   Rudi ha explicado que, pese a la crisis, el Gobierno de Aragón, dedica en su Presupuesto de 2013 casi novecientos millones de euros a la educación, un 19,32% sobre el total del gasto no financiero. “Sabemos que la educación no necesita sólo recursos, y que la diferencia entre el rendimiento de los sistemas no se explica por la diferencia de su coste. Una educación mejor no es lo mismo que una educación más cara”.   La formación necesita esfuerzo, voluntad, sacrificio, deseo de aprender y de superar las dificultades. “En todo ello, las instituciones públicas tenemos una responsabilidad fundamental de la que no podemos abdicar. Un buen sistema educativo en una sociedad moderna, avanzada y plural, como lo es la sociedad española, debe basarse en dos pilares complementarios: la educación financiada con fondos públicos y la educación de iniciativa social”.   Y es que el derecho a impulsar proyectos educativos propios no es exclusivo de ningún sector social. Como pilar del sistema, la educación financiada con fondos públicos debe constituir un territorio libre de la pretensión de hacer de él un proyecto educativo partidista. “La escuela no puede ser el refugio de los proyectos educativos con idearios que carecen de neutralidad política o de demanda social” ha dicho Luisa Fernanda Rudi.