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Sábado, 23 de noviembre de 2024

Agricultura

Aragón cuenta con un nuevo Plan Autonómico de Control de la Cadena Alimentaria que mejora todo el proceso de control y coordinación

Olona, Broto y Celaya han firmado hoy este plan, que tendrá una duración de tres años

El consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, y el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, han firmado esta mañana el nuevo Plan Autonómico de Control de la Cadena Alimentaria en Aragón (PACCAA) 2017-2020. Se trata de un documento coordinado cuyos objetivos son proteger la salud humana, la sanidad animal y vegetal, la seguridad alimentaria, el bienestar animal y los intereses socioeconómicos de los consumidores.   Los controles efectuados por los inspectores en el ámbito del PACCAA abarcan todas las etapas de la cadena alimentaria, desde la producción primaria hasta la transformación y comercialización de los productos, con el objetivo de verificar el efectivo cumplimiento de la normativa comunitaria, nacional y autonómica en materia de agricultura, seguridad alimentaria (prestando especial interés a los riesgos abióticos, riesgos bióticos emergentes y a la nutrición humana) y consumo.   El consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, ha definido el plan como “una herramienta imprescindible para asegurar la seguridad alimentaria y garantizar a los consumidores que cuando compran un producto están comprando exactamente lo que quieren comprar”. Además, se ha destacado que “este es un valor muy importante para los agricultores que se sitúan dentro de los denominados bienes públicos ofrecidos al consumo final”.   Por su parte, el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, se ha referido a “las 33.000 inspecciones que se realizan cada año en los 20.000 establecimiento alimentarios que hay en Aragón, lo que supone un importante control. Además, Celaya ha querido poner en valor “el servicio de guardia y vigilancia que trabaja desde Salud Pública para actuar de inmediato ante cualquier incidencia”. Para la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, ha explicado que “desde la Dirección General de Consumo se garantiza la vigilancia a través de las inspecciones en el etiquetado para que éste sea correcto, responda a las características de ese producto y a su peso real”.   Los tres consejeros han destacado “la importancia de presentar un proyecto colectivo con la implicación de los tres Departamentos”. La importancia y complejidad creciente de la cadena agroalimentaria aragonesa exige una actuación sincronizada entre los tres departamentos, sincronía que se ve reflejada en el presente documento, donde se abordan no solo los programas de control específicos de cada departamento con sus respectivos objetivos e indicadores, sino también las autoridades competentes implicadas, los mecanismos de coordinación, cooperación y transparencia, la formación del personal implicado, los laboratorios oficiales que participan en los muestreos oficiales, etc.   El documento de síntesis consta de dos apartados bien diferenciados. Por un lado, una parte general común a los tres Departamentos. Y, por otra, una parte específica, en la que figuran la organización de los controles oficiales de cada uno de ellos.   Control de la producción primaria El Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad se ocupa de la planificación, coordinación y ejecución de los 14 programas de control oficial vinculados al ámbito de la producción primaria y calidad alimentaria, con la implicación de las direcciones generales de Alimentación y Fomento Agroalimentario y de Sostenibilidad en cuanto competentes en riesgos relacionados con la cadena alimentaria. Asimismo, la Agencia Aragonesa de Seguridad Alimentaria tiene como principal misión orientar a los poderes públicos para adoptar las decisiones más correctas en materia de seguridad alimentaria.   Control en las fases posteriores El Departamento de Sanidad es el competente en el control oficial de la cadena alimentaria de Aragón en las fases posteriores a la producción primaria. Es decir, controla establecimientos alimentarios y alimentos con repercusiones en la seguridad alimentaria. En concreto existen cuatro programas que controlan: el bienestar animal en el matadero; los subproductos de origen animal no destinados a consumo humano; los residuos de determinadas sustancias en productos de origen animal en fases posteriores a la producción primaria; y las condiciones higiénicas de mataderos, salas de despiece, almacenes e industrias cárnicas, y establecimientos de manipulación de caza silvestre y salas de tratamiento de reses de lidia.   Control desde Consumo El Departamento de Ciudadanía, a través de la dirección general de Protección de Consumidores y Usuarios, se encarga de los controles oficiales en los establecimientos en la fase de comercio, en la que se pone el alimento a disposición del consumidor. En este punto, se controla el cumplimiento de la legislación que regula el deber de informar correctamente y de manera veraz a los consumidores, el etiquetado, la publicidad y las condiciones de venta, así como las prácticas comerciales desleales con los consumidores y usuarios.    Entre las actuaciones que se realizan se pueden encontrar: campañas de inspección para controlar el mercado, actuaciones en caso de incumplimientos en materia de información y calidad (por adulteración y fraude de la calidad, fraude en el peso, precio, transacciones comerciales, o normalización y condiciones de Venta…), toma de muestras, actuaciones derivadas de la Red de Alerta y en caso de denuncias.   Objetivos concretos Los objetivos de alto nivel del presente Plan coinciden en gran medida con los objetivos de alto nivel del Plan Nacional:   1: Desarrollar y mejorar los planes de control oficial en el ámbito de la producción primaria para certificar, mediante el cumplimiento de la normativa en materia de seguridad y calidad alimentaria, que los alimentos que llegan a los ciudadanos son seguros y de calidad, facilitando, al mismo tiempo, la promoción de la industria agroalimentaria en Aragón. 2: Reducir los riesgos presentes en los alimentos que amenazan a las personas a niveles razonablemente posibles y aceptables. 3: Mantener un nivel elevado de lealtad de las transacciones comerciales y de la defensa integral de los derechos de los consumidores en la cadena alimentaria y contribuir a mantener la unidad de mercado. 4: Garantizar la consecución de un elevado nivel de calidad alimentaria y calidad diferenciada de los productos agroalimentarios. 5: Mantener un nivel elevado de sanidad animal y vegetal, así como garantizar el bienestar de la cabaña ganadera aragonesa.   En cifras

Aragón cuenta con cerca de 20.000 establecimientos alimentarios (incluidos cerca de 8000 comercios minoristas y algo más de 8500 establecimientos de comidas preparadas). A lo largo de 2016 –último año del que se tienen estadísticas cerradas- en estos establecimientos Salud Pública ha llevado a cabo más de 33.000 inspecciones, más de 500 auditorías y cientos de muestreos.

Broto, etiquetado correcto

Celeya, controles y sistema de guardia

Olona, herramienta fundamental

Como resultado, se han detectado irregularidades que han dado lugar a la imposición de más de 1.300 sanciones y 31 suspensiones de actividad, retiradas de productos de mercado, entre otras medidas adoptadas. Para ello se cuenta con alrededor de 300 profesionales entre Veterinarios, Farmacéuticos, Técnicos de Laboratorio, etc.