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Jueves, 21 de noviembre de 2024

El Departamento de Sanidad recuerda la importancia de contactar con los servicios de urgencias ante signos de ictus o infartos

Los servicios sanitarios han detectado un descenso en el tratamiento de estos pacientes, achacable a que, por miedo al contagio, tardan más en solicitar atención médica

Los programas Código Ictus y Código Infarto están funcionando en las mismas condiciones que antes de la pandemia

Los servicios sanitarios están observando algunos cambios en los usos de los servicios de urgencias por parte de pacientes que sufren procesos agudos “tiempo-dependientes”. Se ha detectado que, por miedo a posibles contagios de COVID-19 en el ámbito hospitalario, las personas con síntomas leves están posponiendo una visita a urgencias que puede ser crucial para su salud, ya que tratar a tiempo este tipo de patologías influye directamente en las posibilidades de curación.

Se trata fundamentalmente de enfermedades cerebrovasculares y cardiovasculares, para las que existen programas específicos de respuesta (Código Ictus y Código Infarto). Desde el inicio de la pandemia y de las medidas de restricción, el número de pacientes con ictus que han ingresado en los hospitales aragoneses ha disminuido de forma global un 32%.

Entre los ictus isquémicos el descenso ha sido de un 37%, lo que supone que un elevado número de pacientes no puede optar a ningún tratamiento de reperfusión porque no ha acudido a un servicio de urgencias. Por otra parte, el número de pacientes con un cuadro transitorio cerebral (Accidente Isquémico Transitorio-AIT, es decir, que se detiene el flujo de sangre a una parte del cerebro por un breve período de tiempo) ha disminuido un 54%, probablemente porque ante síntomas menores y autolimitados los pacientes no contactan, con el riesgo que supone que un porcentaje de ellos puedan padecer posteriormente un ictus de mayor gravedad.

Lo mismo ocurre con los pacientes que presentan un infarto de miocardio. El número de ingresos se ha reducido drásticamente y el número de pacientes tratados mediante angioplastia primaria ha caído un 42%.

Los pacientes tardan más en avisar y reconocer los síntomas y están llegando con un mayor tiempo de evolución desde que se inician los primeros signos de enfermedad, presentando muchos de ellos complicaciones que no se veían desde que se inició la implantación del código infarto.

Desde el Departamento de Sanidad se recuerda a la población que ambos sistemas están funcionando en las mismas condiciones de excelencia que las previas a la pandemia y que las personas que tengan alguno de los síntomas de alarma deben llamar al teléfono del 061 o al 112 para valorar cada situación y actuar con la mayor celeridad posible.